lunes, 10 de mayo de 2010

TOMEMOS CONCIENCIA: CHICAGO AGONIZA

Recién hoy podemos tener alguna idea cercana de la dimensión del daño producido, hoy estamos cerca de medianamente darnos cuenta de los efectos colaterales de la “bomba atómica” que nos tiraron encima devastando toda una institución, las esquirlas llegaron lejos y las consecuencias todavía las estamos padeciendo sin saber por cuanto tiempo mas.
Esto será tocar fondo? o el destino (escrito por nosotros) nos demostrara que se puede caer mas bajo?
Un club totalmente desmembrado en todos los aspectos, con permanentes enfrentamientos y confrontaciones.
El sábado ultimo esta situación quedo expuesta de una manera cruda, Chicago enfrentaba a Acassuso sin pelear por nada y a puertas cerradas mientras afuera del estadio las dos fracciones de la “barra” (apañados por vaya a saber quien) dirimían sus diferencias a los tiros.
Ah! queda para la anécdota la triste derrota del equipo a manos de Acassuso, aunque a esta altura esto se convirtió en un paisaje más del caos.
La temporada se cerro como se preveia: Dando lástima, mientras tanto Almirante celebraba con una multitud el merecido ascenso que por si fuera poco le va a permitir que sus divisiones inferiores compitan un año mas con los equipos de Primera división y esto implicara la capitalización de jugadores de la Matanza mas allá del éxodo de los nuestros que avizoramos de acá a unos meses.
Si sumamos la perdida del patrimonio con casos como el de Damián Lemos (que sienta un precedente) entenderemos que la situación es lo suficientemente preocupante,
Hace unos años Chicago le abrió las puertas a la mafia y eso tiene un precio muy alto. Y si agregamos que la C.D en muchos aspectos se ve superada y se va desgastando ante tantos obstáculos.
Obstáculos que muchas veces no son superadas por propia ineficacia.
Por eso no sirven de nada las “roscas” que hay en cada esquina de Mataderos ni tampoco el hecho de anteponer intereses personales.
Es el momento de tomar conciencia que Chicago agoniza y si no hacemos algo corre peligro de muerte.

Nacho De Tommaso

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